Tengo
un montón de cosas. Tengo un novio que me quiere. Tengo
amigas y amigos a quienes les gusto y sé que me quieren a pesar de mi multitud
de defectos. Tengo dos hermanas que se preocupan por mi y darían todo por
ayudarme y unos padres que solo quieren lo mejor para mí. Vivo en una casa de
tres plantas, jardín y piscina en medio de Barcelona. Tengo un perro que es el
más fiel cuando quiere. Voy a un instituto en el que me tratan bien y me tienen
por buena estudiante. Todos mis profesores y tutores siempre han hablado de mis
vastísimas capacidades y de mi inteligencia, de mi gran potencial a desarrollar
aunque oculto por mi falta de motivación. Se me dan bien bastantes cosas. Tengo
suficiente libertad y hago bastante lo que me apetece. Se puedo decir que a
veces puedo parecer una niñita rica de papá. A veces puede parecer que venga de
la casucha más ruin de un pueblo de mala muerte. Amo lo que tengo y a la vez lo
detesto tanto que a veces me cogen unas ansias terribles de salir corriendo.
Odio que me quieran tener controlada y que siempre sea mi palabra contra la
suya. Estoy harta de ser la hija mala y rebelde de la familia y que tan a
menudo se pregunten qué van a hacer conmigo. Me revienta que sean incapaces de
entenderme y de que en vez de intentar hacer mi presente más alegre se preocupen
por un futuro que nadie sabe cómo va a ser. Me fastidia que quieran planearme
la vida, sin tener en cuenta mis sueños, y que piensen que escojo el camino
equivocado una vez y otra. No entienden por qué a veces me pongo los cascos de
música y subo el volumen a tope, para olvidar durante unos instantes de que
formo parte de ésta locura de mundo. No comprenden mi modo de ver el mundo, en
que las buenas formas y la palabrería no son más que un montón de idioteces que
fomentan la burocracia de éste mundo, que está ya en cáncer de nivel cinco.
Estoy cansada de tener que estudiar para aprobar estúpidos exámenes, cuyo
contenido no me va a servir para una mierda en un futuro. Estoy hasta los mismísimos
hue. de que me digan lo que tengo que hacer: estudiar, volver temprano a casa,
ser cordial, guardarte tu opinión, mentir, … . Quiero ser la dueña de mi vida y
empezar a hacer aquello que realmente me gusta. Nada de estudiar por estudiar,
porqué te aseguras el futuro. ¡Y un co.! En los tiempos que corren una hoja con
un diplomado de poco sirve, en éste campo de batalla lo único que triunfa es la
originalidad y la diferencia. La innovación. Falta alguien que cambie las
cosas, que diga "basta de tonterías, vamos a empezar de cero". Falta gente con agallas para salirse de las
líneas establecidas y dejarse suelta la melena. Falta vida. Siempre me digo lo
mismo a mi misma. Vas a hacer algo, vas a marcar una diferencia vas a perseguir
tus sueños, no importa cuanta estupidez incluyan, solo por el hecho de ser
feliz y sentirte realizada. Miro a mis padres, sentados ahora mismo delante de
la televisión, aposentando sus traseros envejecidos en un sofá moribundo,
faltados de aspiraciones y fantasías. Derrotados ante la vida, consumidos por
los años de trabajo y "deber". Habiéndolo dado todo ya, hartos de su
propia solidaridad. Hasta el colmo de un intercambio desigual de amabilidad y
favores con gente que poco pretende y mucho habla. A veces me hago una serie de
preguntas ¿Son felices? ¿Se sienten orgullosos de su estado actual? ¿Volverían
atrás? Nunca me he atrevido a preguntárselo. Dudo que llegara a obtener una respuesta
sincera de sus labios, ya acostumbrados a decir lo correcto en vez de la
verdad. No quiero envejecer sintiendo que podría haber hecho tantas y tantas
cosas que no he hecho por deber. A veces querría olvidar mis raíces y mis
deberes y tirarme de lleno a la vida, a la espontaneidad, sin preocupaciones, solo
el único objetivo de llegar a lo alto y sentirme realizada. Solo por el hecho
de que cuando sea mayor y recuerde mi pasado, mi cara se vuelva roja y una
lluvia de vergüenza humedezca mi cara, por las mil y una locuras que llegué a hacer.
Y que tras ese enrojecimiento, una sonrisa de oreja a oreja peine mi rostro y
me demuestre a mi misma que he vivido y que estoy lista para dejar vivir a los
otros. A quienes vengan, las siguientes generaciones o mis propios hijos. Lo
que sea que me espere al final de mi interminable obra de teatro. Pero es eso,
no quiero desaprovechar ni un minuto y últimamente me da la sensación de que la
vida se me escapa de entre los dedos de la mano. Como por ejemplo ahora mismo;
me siento obligada a dejar de hacer una de las cosas que más me gustan en mi
vida por estudiar para un estúpido examen de matemáticas que tengo mañana. Ojalá
pudiera dedicarle todo el tiempo del mundo a éstas cosas que tanto me
apasionan, escribir, nadar, bailar, ir de fiesta, dibujar, escuchar a The
Runaways mientras bailo por la calle, leer, viajar,… . Y es que el tiempo es
tan traicionero como el amor; ahora está, y luego desaparece en la nada.
El meu bategar, una ànima blanca. La llum, l'aurora, filla del sol. Alessia Garnet
About me
- Alessia Garnet
- Todos empezamos a escribir por la misma razón: para liberar los pensamientos más profundos que tememos pronunciar en alto; para ahogar nuestras ansias de llorar y de gritar; para libar el sabor de vaciarnos un poco por dentro y llenar, de arriba abajo, una hoja en blanco que sin nuestros pedacitos de alma en vela, seguro seria del todo insustancial. Ésta es la versión más pura de mi alma. Más bien dicho: esta es mi alma en carne viva. Descubre mis palabras, saborea mis ideas insumisas, absorve un poco de mi eséncia. Dicho esto, soy Alessia Garnet: un futuro, joven y prometedor proyecto de escritora. Una pequeña alma blanca, viva, caótica y valiente.
dimecres, 16 de gener del 2013
Deterioro
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narrativo,
reflexiones,
vida
dimecres, 9 de gener del 2013
Hablamos del amor como quien habla del agua.
Hablamos del amor como quien habla del agua.
Decimos que odiamos como aquel niño que llora por llorar.
Prometemos cosas imposibles como quien canta en la ducha.
Nos jugamos la vida a cada paso, como quien juega al me quiere, no me quiere con una margarita.
Tomamos decisiones sin prestar atención a las múltiples posibilidades de la vida, como quien ve volar un pájaro.
Y todo pierde el sentido y luego lo recupera del modo más curioso y luego vuelve a perderlo y te encuentras delante del espejo, vacío aun qué lleno de ti. Tus ojos, tu nariz, tus mejillas, tus labios y aunque sabes perfectamente que ese espectro eres tu, eres incapaz de reconocerte y no hay más que el silencio y la incertidumbre, que pesa como un elefante dentro de tu cabeza y hace que tu sangre queme por todas la venas, sintiendo que el fuego estalla en tu interior.
Amamos sin temer, somos inconscientes e incoherentes. Queremos nuestra felicidad pero la ponemos en manos de alguien que la va a romper, por mucho que te quiera. Decimos que nuestro objetivo es ser felices, creemos vivir al limite "seize the day", "carpe diem", ... .
Cuantos ríos tendremos que cruzar, cuantos océanos y montañas sobrepasar para ver que somos todos trocitos de pan, flores, el viento. Formamos parte de un único ser, la existencia. No somos nada y a la vez lo somos todo. Hablamos del destino, como si todos tuviéramos un guión. Como si estuviéramos predestinados a hacer cosas determinadas, como si fuéramos títeres de algún loco poeta que algún día perdió la pasión por las palabras y se fue en busca de un amante dentro de una botella de ron 43. No hay más que lo que hay, ni menos de lo más. Somos lo que queremos ser y hacemos aquello que queremos hacer. No existe "no puedo" que valgan ni "perdóname" que sea válido. Siempre puedes escoger, la respuesta equívoca siempre es una posibilidad y tantas veces la escogemos...! Y luego miramos al pasado y dejamos que las lágrimas brollen de nuestros ojos, como si la vida nos hubiera jugado una mala pasada, como si hubiéramos sido meras víctimas de la casualidad y del infortunio. Del pasar y del cronos, del mundo. Há, todo pasado fue alguna vez un presente y en cada preciso instante hay la posibilidad de cambiar, elegir, moverte, gritar, saltar, morir, vivir, amar, odiar, dejarlo todo, arriesgarte, perder, vencer, escapar. Si miras atrás y te arrepientes significa que estás haciendo dos cosas mal: la primera, mirar atrás, en ése preciso momento te estás perdiendo cosas maravillosas. En segundo lugar, si miras atrás es que algo hiciste mal para que tu conciencia quiera escapar de la realidad una vez tras otra.
Sufrimos en silencio o lloramos a todo viento, no tenemos punto medio. Impulsivos como el mar, inconstantes, locos. Egocéntricos como el sol e humeantes como la lluvia. Cascadas de emociones que van a parar a un río donde la compasión lleva la corona y se apiada de toda alma desemparada. Y el fruto prohibido, siempre presente, que nos hace romper todo lo bello por un capricho. Tan delicioso como destructivo, tan temible como amar.
Y así como si nada, hablamos del amor como quien habla del agua.
Amamos sin temer, somos inconscientes e incoherentes. Queremos nuestra felicidad pero la ponemos en manos de alguien que la va a romper, por mucho que te quiera. Decimos que nuestro objetivo es ser felices, creemos vivir al limite "seize the day", "carpe diem", ... .
Cuantos ríos tendremos que cruzar, cuantos océanos y montañas sobrepasar para ver que somos todos trocitos de pan, flores, el viento. Formamos parte de un único ser, la existencia. No somos nada y a la vez lo somos todo. Hablamos del destino, como si todos tuviéramos un guión. Como si estuviéramos predestinados a hacer cosas determinadas, como si fuéramos títeres de algún loco poeta que algún día perdió la pasión por las palabras y se fue en busca de un amante dentro de una botella de ron 43. No hay más que lo que hay, ni menos de lo más. Somos lo que queremos ser y hacemos aquello que queremos hacer. No existe "no puedo" que valgan ni "perdóname" que sea válido. Siempre puedes escoger, la respuesta equívoca siempre es una posibilidad y tantas veces la escogemos...! Y luego miramos al pasado y dejamos que las lágrimas brollen de nuestros ojos, como si la vida nos hubiera jugado una mala pasada, como si hubiéramos sido meras víctimas de la casualidad y del infortunio. Del pasar y del cronos, del mundo. Há, todo pasado fue alguna vez un presente y en cada preciso instante hay la posibilidad de cambiar, elegir, moverte, gritar, saltar, morir, vivir, amar, odiar, dejarlo todo, arriesgarte, perder, vencer, escapar. Si miras atrás y te arrepientes significa que estás haciendo dos cosas mal: la primera, mirar atrás, en ése preciso momento te estás perdiendo cosas maravillosas. En segundo lugar, si miras atrás es que algo hiciste mal para que tu conciencia quiera escapar de la realidad una vez tras otra.
Sufrimos en silencio o lloramos a todo viento, no tenemos punto medio. Impulsivos como el mar, inconstantes, locos. Egocéntricos como el sol e humeantes como la lluvia. Cascadas de emociones que van a parar a un río donde la compasión lleva la corona y se apiada de toda alma desemparada. Y el fruto prohibido, siempre presente, que nos hace romper todo lo bello por un capricho. Tan delicioso como destructivo, tan temible como amar.
Y así como si nada, hablamos del amor como quien habla del agua.
dimecres, 2 de gener del 2013
Sueños..
Ciao bloggeros. Aquí os dejo un dibujo así espontáneo hecho a mano que hice el otro dia y la verdad es que estoy orgullosa de él, representa varias cosas que tienen que ver conmigo. Espero que os guste.
Y por acabar, os dejaré con unos versos de uno de mis poemas favoritos. (de Pablo Neruda, un gran poeta)
Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarte un día sin saber qué hacer,
tener miedo a tus recuerdos.
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