Recientemente
me he dado cuenta de algo. He abierto los ojos a una nueva apariencia del mundo
y de la sociedad. Menos atractiva y relentizantemente frustrante. ¿Recuerdas
cuando te enteraste de que los reyes magos no existían, y si unos padres
farsantes? Bien, pues esto es peor. Antes, para mí, un beso significaba un
romance asegurado, un apetecible cuento de hadas que, apostándolo todo, no me
iba a decepcionar. Antes, la sonrisa de "aquella persona" especial
era lo más bonito del mundo y tras esos labios levemente inclinados y esos
dientes vergonzosos, yo, no veía nada más que un "ojalá pudiera tomarte
una foto y guardarla en mi corazón, para siempre". Ese roce disimulado de
manos y ese beso en la mejilla que escondía un deseo brío de aproximarse a la
comisura de esos labios carnosos y humedecidos. Y observar sus movimientos, que
en tu cabeza sucedían tan lentamente como el pasar de los siglos y, a la vez,
tan rápido como el aleteo de un colibrí. Dicen que el colibrí es el ave más
rápida que existe. Velocidad y libertad al puro estado de maximidad. Ahora esa fantasía
ha sido reemplazada por una decadencia moral que en mi cabeza deteriora y va
calando fuego, poco a poco, a mis ínfimos sueños de niña soñadora. Daría lo que
fuera por volver tiempo atrás, cuando la ignorancia era mi más álgida idea de
la felicidad. Daría lo que fuera para volver a esa inocencia tan preciada que,
tiempo ha, determinaba mi modo de existir. Más ahora, todo lo que veo, observo
y contemplo a mi alrededor es puro interés, sucia ambición y egoísmo,
motorizado todo por el vicio del sexo. Ahora ya no hay sonrisas que valgan que
no escondan detrás una imagen desnuda mancada de vergüenza. ¿Qué le pasó al
romanticismo? ¿Y al amor artístico? Ahora las cosas tienen un frío y claro
objetivo, conseguir saciar un deseo carnal, que por la mañana, queda
transformado en un opaco vacío. Me he dado cuenta que odio que los hombres y
mujeres se miren unos a otros como si solo fueran meros objetos sexuales. Las
personas son, somos, mucho más. Somos almas puras que tienen mucho por ofrecer
y mostrar. Almas que ansían ser recompensadas con amor del bueno, del que deja
atontado. Pero por mucho que hable, esas miradas insustanciales siguen ahí,
escondidas pero ahí. Puede que solo sea mi percepción, pero creo que esta
sociedad pisó un eslabón carcomido y cayó en picado en un abismo lleno de
superficialidad y esclavitud sexual. Persistentemente creo en que existe algo
más allá de toda esta farsa, algo precioso y perfecto en sí mismo. Y si eso es
cierto, esta pequeña llama sigue ahí, dentro de nuestros corazones, solo hay
que dejarla salir y gozar de ella por todo lo alto. Vive para ser alguien, no
para ser uno más.
El meu bategar, una ànima blanca. La llum, l'aurora, filla del sol. Alessia Garnet
About me
- Alessia Garnet
- Todos empezamos a escribir por la misma razón: para liberar los pensamientos más profundos que tememos pronunciar en alto; para ahogar nuestras ansias de llorar y de gritar; para libar el sabor de vaciarnos un poco por dentro y llenar, de arriba abajo, una hoja en blanco que sin nuestros pedacitos de alma en vela, seguro seria del todo insustancial. Ésta es la versión más pura de mi alma. Más bien dicho: esta es mi alma en carne viva. Descubre mis palabras, saborea mis ideas insumisas, absorve un poco de mi eséncia. Dicho esto, soy Alessia Garnet: un futuro, joven y prometedor proyecto de escritora. Una pequeña alma blanca, viva, caótica y valiente.
dijous, 9 de maig del 2013
Be somebody, not someone else.
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